En
1996 me enamoré de un cuadro a punto de cruz y me propuse aprender a bordar.
Mi madre me miró raro cuando le pedí que me enseñara a bordar.
Creo que sus palabras fueron:
-pero si ya nadie hace punto de cruz...
¡Que equivocada estaba!
Poco tiempo después me había convertido en una adicta a este bordado y mi afición me llevó a conseguir mi primer trabajo en una tienda especializada en punto de cruz.
Para que tengan una idea de lo fuerte que me dió les diré que hoy en día tengo un montón e cuadros acumulados en el suelo esperando un huequecito en alguna pared,
muchos otros esperando a ser enmarcados...
y ya perdí la cuenta de todos los que tengo por bordar.
Estos son algunos de los cuadros de la firma Mirabilia que tengo en casa.
Cada uno de ellos tiene un significado especial para mí.
La sirena es un cuadro con una carga emocional enorme.
Empezado cuando mi padre cayó enfermo y acabado un año después de su muerte,
esta sirena esta hecha en memoria de mi padre,
de su amor por el mar, de su profesión de buzo...
Este ángel llegó para acompañarme durante el año
2004...un año de muchos cambios para mí.
Bordado a medias con la sirena,
me dió ánimos para seguir adelante.
Siempre está a nuestro lado, velando por nuestro sueño.
Y esta es mi primera obra de
Mirabilia.
Bordada en el año...no me acuerdo!
supongo que en 1997,
siempre me recuerda a la niña que llevo dentro y que quiere columpiarse y jugar,
sintiendo la brisa en su cara...
Hace unos días volví a sentir esa emoción por el punto de cruz,
por los cuadros, por compartir con mis amigas...
Ahora estoy bordando más sirenas de Mirabilia mientras mi taller está en obras.
Espero que pronto pueda volver a hacer muñequitas...
Un beso,
Mimi.