Un "Rano" para Elena.

Hace mucho tiempo, en una exposición de muñecas Beatriz conoció a una parejita de ranas. Sabía que a su hermana Elena le gustaba coleccionar ranitas, así que decidió adoptar a la proxima ranita que naciera...

La ranita se hizo de rogar, había mucho que hacer antes de que naciera. Pero al fin llegó a tiempo para el cumpleaños de Elena.
Y mientras estuvo en casa la llamé Julio, por el mes en que nació.
Al principio se mostraba tímido, le daba verguenza que lo vieran tal y como vino al mundo. Le fui contando la historia de sus primos lejanos: Ranita y Rano, y poco a poco ganó confianza.

Le busqué una mascota: una libélula azul...y le presenté a su primo Rano.

A Julio le gustaron mucho los vaqueros que llevaba Rano, y me puse manos a la obra para que él tuviera unos iguales.
Me divertí mucho con ellos, porque cuando estaban juntos bromeaban y se hacían pilladas.

-No te muevas Rano, tienes una libélula en el sombrero.- le dijo Julio susurrando.

-¿De qué color es?-preguntó con la voz temblorosa Rano.-Mira que soy alergico a las de color rojo.

-Es azul turquesa fuerte.- le contestó Julio.-pero no te preocupes por el color, lo impresionante es el tamaño que tiene!

-¿Seguro que estás bien Rano? Te veo un poco pálido.

-Tranquilo Rano es mi mascota y a venido para acompañarnos mientras pescamos en la estanque del Tio Javi.-le dijo Julio a su primo cuando vió que le cambiaba la cara de color.

Así que Julio terminó llevando el sombrero con su mascota para que Rano no pasara miedo, y los dos cogieron sus cañas
y sus caza-mariposas y se fueron a pescar.

Julio ya está con Elena y de vez en cuando Rano le echa de menos.

-No te preocupes por él, sabes que va a estar muy bien acompañado y que su libélula azul cuidará de él. ¡Además tu tienes a tu Ranita!-le dije a Rano.

-Tienes razón Mimi, pero es dificil olvidarse de alguién al que conociste cuando sólo era un renacuajo!