Fue un trabajo muy especial para mí debido a toda la carga emocional que conlleva esta muñequita.
...y la magia empezó a brotar...
Le pondría unos zapatitos de tela blancos con cintas de organza...
En sus manos llevaría una rosa de tela para regalársela a su mamá...
En sus manos llevaría una rosa de tela para regalársela a su mamá...
Y un vestido amarillo con el que yo me la imaginaba de niña...
Y entonces llegamos a lo más difícil: que la muñequita se pareciera a la niña de la foto, ya que la foto era en blanco y negro, y estaba estropeada por el paso del tiempo. Le pregunté a Elisa por el color del pelo y de los ojos de su madre. También por el color que le gustaría para la ropita. Y me puse manos a la obra. Mi mayor problema fue hacerle uno de los ojitos porque no se veía bien por una imperfección en el papel. Pero lo intenté con todas mis fuerzas porque quería que Elisa tuviera a su niña para el día de las madres...y creo que lo he hecho lo mejor que he podido. Ella aún no la ha visto, puesto que será esta tarde cuando se la entregue...sólo espero que le guste el resultado y que reconozca a la niña de la foto en mi muñequita. Hace un ratito me ha dado su permiso para compartir con ustedes mi pequeña aventura artística.
Quién sabe igual Elisa ve a su niña antes por internet que en "persona", jejeje.
Llevo unos días malita y con dolores, pero hacer algo con mis manos para hacer feliz a otras personas me da fuerzas y ánimos para seguir haciendo muñecas de trapo...me siento valorada...me siento útil...aunque sólo sea de vez en cuando...cuando alguien me pide que cree algo especial... y es entonces cuando tengo en mis manos la tarea de hacer un pequeño sueño realidad, de plasmar una ilusión en tela, con pinturas, hilos, lana y mucho cariño.
Elisa, espero que te guste.
Un beso,
Mimi.