Mi primera muñequita de porcelana me la regaló mi madre hace muchos años.
Es la niña de la foto. A mi madre le pareció preciosa y a mí también.
El vestido que lleva se lo hice hace ya tiempo. El que ella traía puesto era más de invierno, y, como yo soy así, le hice este traje azul para ponérselo en verano.
Así que me entretenía cambiándole la ropa según la estación del año en la que estabamos.
Acostumbrada a que la mayoría de las muñecas de porcelana que había visto eran de tez blanca, cuando vi esta morenita me enamoré de ella y me la traje a "Villa Rústica" .
Se llama Alicia.
También le cambié la ropita. Esta vez le puse un jersey que me tejió mi madre cuando yo era pequeña. Lo guardaba de recuerdo hasta que llegó ella y lo heredó. A Alicia le queda más como un camisón; le puse babuchas, un gorrito a juego, cintas azules en el pelo...
...y adquirió un aspecto más infantil.
Y esta es la pequeña de la casa.
La historia de esta muñequita es muy especial para mí.
La ví por primera vez en el Sanatorio de Juguetes de Madrid, y me pareció la muñeca más bonita que jamás había visto. Me recordaba a una foto de mi madre cuando era niña.
No sabía si traérmela a Tenerife conmigo.
(Por aquel entonces no conocía a Javi, ni existía "Villa Rústica" tal cual es ahora).
Sólo estuve tres días en Madrid y cuando me decidí a ir a buscarla al Sanatorio, ya estaba cerrado...me quedé mirándola desde la calle, através del cristal. Y me fuí.
Fue un viaje raro, triste. Estuve esos tres días en Madrid para hacer el C.A.P. Fui con dos compañeras de la facultad con las que había organizado el viaje. Las acompañé porque tenía todo pago hacía tiempo, pero era consciente de que no me iba a presentar al examen... mi padre había fallecido repentinamente meses a trás. Mi vida había dado un giro inesperado. Mis planes se vinieron abajo...no estaba preparada para ese examen... no me preparé para ese examen...
El recuerdo más bonito de ese viaje era esa muñequita.
Le conté la historia a mis compañeras y...
Un día recibí la llamada de una de ellas desde Madrid. Había aprobado el C.A.P. y había vuelto para hacer un seminario. Estaba frente al Sanatorio de Juguetes:
-¿Cómo era la muñequita Mimi?
-Es rubita, con dos coletitas, lleva una camisa blanca y unos pantaloncitos rosa oscuro, Ah! y lleva los zapatos colgando en la mano...
Me acordaba perfectamente de los detalles
-¿Te la llevo para Tenerife?-me preguntó Mary.
-¿Puedes?- le dije yo.
-Claro, la estoy viendo. Sigue aquí esperando por tí.
No existen las casualidades. Creo que empecé a adentrarme en el mundo de las muñecas por algún motivo, a raíz de muchos cambios que hubieron en mi vida.
Cada paso que daba me llevaba más cerca de ellas.
Incluso cuando conocí a Javi, ya llevando tiempo juntos, encontraba muñecas en cada paso de nuestras vidas.
Como cuando fuimos a Mallorca a escalar y...
...encontramos el Museo de Muñecas.
Estuve en él dos veces en ese viaje. Y tuve la suerte de conocer a Alicia G. Germán, la dueña, la segunda vez que fuí. Y claro, nos pusimos a hablar y hablar...DOS HORAS!! contándome historias de muñecas y muñecos. Fue increíble para mí.
Acostumbrada a que la mayoría de las muñecas de porcelana que había visto eran de tez blanca, cuando vi esta morenita me enamoré de ella y me la traje a "Villa Rústica" .
Se llama Alicia.
También le cambié la ropita. Esta vez le puse un jersey que me tejió mi madre cuando yo era pequeña. Lo guardaba de recuerdo hasta que llegó ella y lo heredó. A Alicia le queda más como un camisón; le puse babuchas, un gorrito a juego, cintas azules en el pelo...
...y adquirió un aspecto más infantil.
Y esta es la pequeña de la casa.
La historia de esta muñequita es muy especial para mí.
La ví por primera vez en el Sanatorio de Juguetes de Madrid, y me pareció la muñeca más bonita que jamás había visto. Me recordaba a una foto de mi madre cuando era niña.
No sabía si traérmela a Tenerife conmigo.
(Por aquel entonces no conocía a Javi, ni existía "Villa Rústica" tal cual es ahora).
Sólo estuve tres días en Madrid y cuando me decidí a ir a buscarla al Sanatorio, ya estaba cerrado...me quedé mirándola desde la calle, através del cristal. Y me fuí.
Fue un viaje raro, triste. Estuve esos tres días en Madrid para hacer el C.A.P. Fui con dos compañeras de la facultad con las que había organizado el viaje. Las acompañé porque tenía todo pago hacía tiempo, pero era consciente de que no me iba a presentar al examen... mi padre había fallecido repentinamente meses a trás. Mi vida había dado un giro inesperado. Mis planes se vinieron abajo...no estaba preparada para ese examen... no me preparé para ese examen...
El recuerdo más bonito de ese viaje era esa muñequita.
Le conté la historia a mis compañeras y...
Un día recibí la llamada de una de ellas desde Madrid. Había aprobado el C.A.P. y había vuelto para hacer un seminario. Estaba frente al Sanatorio de Juguetes:
-¿Cómo era la muñequita Mimi?
-Es rubita, con dos coletitas, lleva una camisa blanca y unos pantaloncitos rosa oscuro, Ah! y lleva los zapatos colgando en la mano...
Me acordaba perfectamente de los detalles
-¿Te la llevo para Tenerife?-me preguntó Mary.
-¿Puedes?- le dije yo.
-Claro, la estoy viendo. Sigue aquí esperando por tí.
No existen las casualidades. Creo que empecé a adentrarme en el mundo de las muñecas por algún motivo, a raíz de muchos cambios que hubieron en mi vida.
Cada paso que daba me llevaba más cerca de ellas.
Incluso cuando conocí a Javi, ya llevando tiempo juntos, encontraba muñecas en cada paso de nuestras vidas.
Como cuando fuimos a Mallorca a escalar y...
...encontramos el Museo de Muñecas.
Estuve en él dos veces en ese viaje. Y tuve la suerte de conocer a Alicia G. Germán, la dueña, la segunda vez que fuí. Y claro, nos pusimos a hablar y hablar...DOS HORAS!! contándome historias de muñecas y muñecos. Fue increíble para mí.
Y cuando me preguntó que cuál era la muñeca que más me había llamado la atención...
...le señalé a este muñequito de trapo vestido de colegial inglés. Por su estado se conoce que fue muy querido, que jugaron y jugaron con él. No importa que esté sucio, hecho un harapo...para mi tiene más valor que ninguno.
¿Entienden un poco mejor lo de Haraposita?
Creo que todas las experiencias que he tenido en mi vida me han llevado a ser lo que soy y a hacer lo que hago.
Creo que todas las experiencias que he tenido en mi vida me han llevado a ser lo que soy y a hacer lo que hago.
¡¡¡Y quiero seguir aprendiendo!!!
Cuando salí del Museo de Muñecas ahí estaba esperándome Javi, ¡¡¡después de las dos horas!!! Yo llevaba en brazos a Alicia, la muñeca morenita, que se venía con nosotros para casa.
4 comentarios:
Que bonitas muñecas, me encantan esas caritas dulces que tienen, los vestiditos y complementos preciosos,besss
Chelo
Qué bonitas y la historia que cuentas.
Besitos
Las muñecas guapisimas, yo tambien coleccionaba de porcelana tengo como una veintena deja ver si Naya me pone alguna para que las veas,
felicidades por el blog.
Besos Juany
Hoy tuve la oportunidad de conocer en persona a estas pequeñas, bueno a ellas y a todos los habitantes de ese pequeño mundo de cuento de hadas, mirara por donde mirara en cualquier rincón de Villa Rustica, encontraba un hada, un duende, bueno y que decir del rincón de las hadas y de tu taller, me encantaron. Espero que algún día compartas en este blog alguno de esos rincones tan maravillosos, llenos de fantasía.
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