Ha vuelto a Villa Rústica porque se le ha vuelto a desprender el brazo. Se ve que lo quieren tanto, que los abrazos que le dan son tan fuertes, que su viejo cuerpecito se resiente. La primera vez que vino a casa no sonreía, pero, como ya nos conoce, esta vez estaba más tranquilo y sonriente.
De hecho, esta tarde le he colocado el brazo de nuevo y ha salido todo bien.
Ha sido rápido porque yo ya conocía la lesión.
Llevaba un par de días dándole vueltas a la operación:
¿cómo le vuelvo a colocar el brazo?
¿resistirá tanto cariño?
Así que me puse a ello y en un ratito se curó.
Así que me puse a ello y en un ratito se curó.
Cuando se recuperó, le puse su lazo de nuevo, unas caricias para darle ánimos....
...e hice pasar a unos amigos que venían a verlo.
-¿Cómo estás?- le preguntaron.
-Bien, pronto volveré a casa.- contestó el osito contento.
-¡¡¡Pues sería buena idea sacarnos una foto todos juntos de recuerdo!!!
¡¡¡SÍ!!!
A mí también me apetecía tener un recuerdo junto a él...
así que cogí la cámara y yo sola nos saqué esta foto...
¡¡¡SAY CHEESE!!!
3 comentarios:
Con el cariño que has puesto en acomodarlo y en contarnos su historia seguro estará bien por mucho tiempo!!!
Besitos!!
M.C.
Me encanta, le das tanto cariño, que no me extraña que quieran lesionarse para volver a verte, jejeje.
me ha encantado tu blog y las historias que cuentas con cada uno de tus muñecos,prometo volver besos.
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