Siempre les dí libertad a mis alumnas para modificar los diseños y así sacar fuera toda su creatividad.
Un ejemplo de la artista que llevamos dentro es esta pelirroja.
Sus zapatitos, su collar, su pelo larguísimo y suelto, y su sombrero la hacen totalmente distinta de las demás duendecillas que se hicieron en clase ( y usamos el mismo patrón!).
Y cuando llegó la hora de pintarle la cara, Blanca pensó en algo especial...
...y me pidió que le pintase una carita de muñequita que fuese acorde con el resto de su trabajo.
...y me pidió que le pintase una carita de muñequita que fuese acorde con el resto de su trabajo.
Después de un tiempo guardada en mi taller, un día me vino la "inspiración", como digo yo, y le pudimos ver la carita a la niña de Blanca.
Ella quedó satisfecha con el trabajo final, y yo muy, muy contenta de que le gustara tanto.
Y es que el detalle de la carita convierte a su muñeca en algo único, ya que es muy dificil pintar a mano dos caritas completamente iguales.
¿Qué les parece?
3 comentarios:
hi i visited your blog is very nice .I loved your dolls.come visit me at my blog (terradeduendes.blogspot.com)hugs.
Sencillamente preciosa, me encanta.
Pero que bonita!!! besos
Chelo
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