Había una vez una niña que se llamaba Caperucita Roja...Hace tiempo que hice esta muñequita.
Para mi es muy especial porque considero que es el trabajo de muñequería más difícil que he hecho hasta ahora.
Y puesto que ya saben cómo soy, y para que cambiase un poco el cuento, a mi Caperucita le compre unos tenis para que corra como el viento y le regalé un cachorro que la acompañará cada vez que tenga que cruzar el bosque para ver a su abuelita...
Pero vean cómo nació Caperucita...
Es un diseño americano, bastante complicado...
...y al principio pensé que más que Caperucita Roja era un alienígena, jeje!
...y es que vista sin pelo, y sin bordarle la cara, no tiene nada que ver con la muñeca... 
...estas son sus manitas, con sus deditos y sus hoyuelos...
Caperucita apareció en mi taller en Noviembre del 2009. Llevaba un vestido que también le hice siguiendo el patrón americano...
...pero no llevaba caperuza. Eso fue cosa mía. Pensé que quedaría bien si la vestía como a Caperucita Roja. Así que inventé un patrón para la caperuza y se la hice de fieltro rojo.
La carita, como ya dije antes, la bordé a mano con mucho cariño. El diseño americano la traía pintada, pero la tela que usé me impedía utilizar pintura...así que ¡a bordar Mimi!
Y en la Exposición de Navidad que hice en La Fonda Medina, Güímar, incluso tuvo su propia habitación con su cama, su mesita de noche con su lamparita, su cestita con miel y galletas...
Ahora está en casa con nosotros.
Un amigo me pidió que le hiciera una Caperucita para regalársela a su mujer...
¡y aún tengo más pedidos de muñecas por hacer!
tengo que ponerme a preparar el taller para la llegada de esa nueva niña y demás niños a Villa Rústica.
Por eso, y por muchas otras cosas, puede que no vuelva a "bloggear" en un tiempo.
Quédense con estas imágenes, con mi cariño y con mi deseo de vernos pronto.
Un beso,
Mimi.
